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Prevenir el deterioro cognitivo (I): pérdida de memoria, deterioro cognitivo leve y demencia

Prevenir el deterioro cognitivo (I): pérdida de memoria, deterioro cognitivo leve y demencia

Ofrecemos una serie de artículos centrados en el deterioro cognitivo y su prevención. En primer lugar, pero, aclararamos cuál es la diferencia entre las pérdidas de memoria propias de la edad, el deterioro cognitivo leve (DCL) y las demencias, como la enfermedad de Alzheimer.

Pérdida de memoria, deterioro cognitivo leve y demencias

La pérdida de la memoria suele asociarse a la edad, aunque hay personas que conservan esta y otras capacidades mentales de por vida. Se puede dar como consecuencia de los cambios físicos, psicológicos y sociales que se producen a medida que nos vamos haciendo mayores.

Sobre algunos de estos cambios no es posible incidir, pero sobre otros sí, y es importante hacer lo que se pueda para evitar la evolución de la pérdida de memoria y el declive de otras funciones cognitivas.

Establecer la diferencia entre la pérdida de memoria propia de la edad y lo que se denomina deterioro cognitivo leve no es fácil. En el primer caso, podríamos decir que el signo más evidente podría ser la pérdida de memoria, mientras que en el caso del deterioro cognitivo leve, la pérdida de memoria sería más significativa e iría acompañada de una disminución sostenida de algunas funciones cognitivas. Podríamos decir que el deterioro cognitivo leve (DCL) se encontraría en un estadio intermedio entre la pérdida de memoria "normal" y las demencias.

La diferencia entre el deterioro cognitivo leve y las demencias, como el alzhéimer, se encuentra en que una persona con DCL puede seguir haciendo sus actividades y rutinas cotidianas mientras que una persona con demencia depende de las otras en su día a día. En el caso de las demencias, además de la falta de memoria, se produce una pérdida importante de otras funciones cognitivas como el lenguaje, el control emocional, la orientación, etc.

Síntomas de pérdida de memoria

Algunos síntomas de pérdida de memoria habituales en las personas mayores son:

  • Olvidar el nombre de personas que han conocido hace poco.

  • No recordar algo que acaban de hacer (por ejemplo: si han cerrado la puerta de casa con llave, si han dejado una luz encendida...).

  • Olvidar donde se han dejado algunos objetos.

  • No recordar cuando ha pasado algo reciente.

  • Olvidar lo que se acaba de decir.

  • etc.

Este tipo de dificultades se pueden dar en personas mayores sanas, que no presentan ninguna enfermedad orgánica o mental, y se pueden superar entrenando y trabajando la memoria y la atención.

En todo caso, es importante acudir al médico para determinar si nos encontramos ante una pérdida de memoria asociada a la edad o de un caso de deterioro cognitivo leve, dado que la detección precoz del DCL es muy importante para prevenir el desarrollo o incluso para evitar la evolución hacia una demencia.

Síntomas del deterioro cognitivo leve (DCL)

Algunos síntomas de DCL son:

  • Repetir mucho las preguntas.

  • Desorientarse en un lugar conocido o poco conocido.

  • No saber en qué día, año o mes nos encontramos.

  • Tener dificultad para aprender cosas nuevas.

  • Dificultad progresiva para encontrar las palabras que queremos decir.

  • Abandono de algunas tareas cotidianas como ir a comprar, cocinar, etc.

  • Desinterés por las aficiones que se tenían.

  • Empezar a aislarse...

En el caso de que a la persona mayor se le diagnostique un deterioro cognitivo leve hay que tener en cuenta, como veremos en los próximos artículos, que es posible prevenir y lentificar esta afección a través de la actividad física y mental, las relaciones sociales y los hábitos alimentarios saludables.

Persona mayor leyendo un diario

Hacer una cosa tan sencilla como leer el diario ayuda a mantener el cerebro en forma.

La evaluación del estado de la persona mayor en los centros y residencias de la IRSJG

En las residencias y centros de día del Instituto de Religiosas de San José de Gerona evaluamos el estado mental de los residentes y de las personas mayores que vienen a pasar el día en nuestros centros residenciales. Según las necesidades que detectamos, trabajamos aspectos físicos, sociales o mentales con ellos, de manera individual o grupal.